¿Alguna vez te has atorado en un proceso de composición musical?¿Tienes muchísimas ideas en tu computadora pero muy pocas canciones terminadas? Es difícil forzar la creatividad y estas situaciones son más comunes de lo que crees.
Generalmente buscamos algún pretexto como:
- Falta de equipo
- No encontramos el sonido adecuado
- La calidad no parece profesional
- Simplemente no estoy inspirado
Hace algunos años, antes de que todos decidieran ser músicos, la creatividad estaba limitada por la tecnología; podías hacer todo lo que imaginaras con los instrumentos que tuvieras a la mano. Podías imaginar todo lo que quisieras pero nunca ibas a tener a una orquesta completa a tu disposición a menos que fueras Mozart.
Así es que la gran limitante tecnológica no significaba en realidad una limitante creativa, al contrario. Al saber que tu sonido no podía mejorar más allá de tus propios recursos, simplemente el músico se dedicaba a componer. Así lo hicieron The Beatles, así lo hizo Pink Floyd y así lo hizo Radiohead.
Quizá la diferencia es que en ese entonces para ser músico, sí debías comprender y ejecutar algún instrumento musical.
La creatividad viene de las limitaciones
Luego vino el boom de los softwares y las estaciones de audio digitales (DAW). Ahora teníamos en nuestras manos un número infinito de instrumentos y canales para realizar la mezcla. Cada vez salían más plugins y más soundbanks; así que nosotros queríamos tenerlos todos.
Al incrementarse las posibilidades, irónicamente nuestra creatividad mermó. Pero no es porque tengamos una limitante real. Existen ciertas trabas que nosotros mismos nos inventamos para justificar nuestro nivel de compromiso con el resultado.
Si antes, con un equipo mucho menos profesional, se lograron hacer grandes obras de arte como el Dark Side Of The Moon, ¿cómo es que ahora la falta de equipo es un pretexto?
Si varios artistas electrónicos hicieron sus bases por mucho tiempo con un TR-808, ¿por qué no encuentras el kick adecuado para tu canción?
Uno de los consejos que dan los compositores musicales al iniciar un proyecto, es finalizar la idea en uno o dos días y después hacer las correcciones técnicas; como incluir efectos, comprimir, mezclar y por supuesto masterizar. Si intentas componer y hacerla de ingeniero de audio al mismo tiempo, es posible que tu idea pierda coherencia.
Ver tutoriales en línea para mejorar tu sonido y técnica, es bueno. Pero es mejor ponerte a trabajar para que la inspiración llegue en el momento adecuado.
Algunos consejos que dan los expertos para mejorar el flujo de trabajo son:
- Fija una meta antes de ponerte a trabajar: Deja de creer románticamente que la improvisación te va a llevar a algún lado. Cuando inicies un nuevo proyecto decide qué tipo de track vas a crear: un techno atmosférico con algunas vocales en el coro, un drum & bass con acordes de guitarra y un breakbeat con toques de jazz, etcétera.
- Fija una fecha límite: Tal como lo hacían en la escuela tus profesores, al poner un deadline te estás obligando a cumplir, sea como sea, y entregar el producto.
La mayoría de las limitantes, en el estudio y en la vida, nos las ponemos nosotros mismos. No necesitas un nuevo sintetizador, no necesitas adquirir más conocimientos de manera inmediata, no necesitas un micrófono de condensador; lo que necesitas es ponerte a trabajar.
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