En los tiempos de la pandemia se vio un curioso fenómeno. El cual dejaba ganancias estrepitosas dentro de los tantos movimientos emergentes en la industria musical: la compra-venta de catálogos editoriales (derechos legales de una canción o discografía completa). Ahora el sello holandés de música electrónica, Armada Music, creó un fondo de inversión (BEAT) para la compra de propiedad intelectual enfocado en el género. Una de sus primeras adquisiciones es el catálogo entero del label de Kevin Saunderson: KMS.
Armada Music recientemente está en una serie de festejos por su 20 aniversario, como diversos festivales, sets especiales, compra de catálogos musicales… Espera ¿Compra de qué? Así como lo oyes, este sello está enfocándose en comprar una gran cantidad de derechos de varios tracks y discografías dentro de la música electrónica.
Este movimiento de venta y compra de catálogos editoriales se vio en gran cantidad con los tiempos convulsos de la pandemia. Aunque los ejemplos en este género ideal para festivales y comunión eran sumamente escasos. Armada vio el enorme potencial de este rubro. Ahora presenta este fondo ideal para hacerse de varios derechos de propiedad intelectual de diversos artistas, provenientes de diversas partes del mundo. Nada perdidos, la música electrónica actualmente tiene un valor neto de 9.5 mil millones de dólares, creciendo hasta más de 20 mil millones en la próxima década.
¿Qué es el fondo BEAT que trae Armada Music?
Esta nueva firma llamada BEAT (Best Ever Acquired Tracks) espera gastar 100 millones de dólares antes del final de 2024. Con planes de crecer el fondo hasta 500 millones en los años próximos.
“BEAT se encuentra en una posición única para agregar relevancia a esos tracks a través de adiciones creativas, mejores prácticas en la configuración de explotación, métodos de marketing y canales de comunicación dentro de la organización más grande (Armada)“- Maykel Piron, CEO de Armada Music
De acuerdo con la propia label “BEAT es un vehículo amigable para los artistas cuyo fin es desbloquear el valor de las grabaciones y los derechos de autor dentro del campo de la música electrónica”. Respaldado por la firma de servicios financieros con sede en Estados Unidos: Pinnacle Financial Partners, el servicio se promociona como el primer fondo de inversión enfocado en el género anteriormente mencionado.
¿Cuáles fueron las primeras adquisiciones de BEAT?
Las adquisiciones iniciales de este fondo fueron la discografía del label KMS. Estas perteneciente al legendario Kevin Saunderson y la propiedad intelectual del Dj y productor ruso ARTY. A pesar de que BEAT es una iniciativa anunciada en estos días. Lo cierto es que a Armada previamente se le ha visto con la compra de derechos de autor de labels como Mid-Town Récords y United Recordings. Hace algunos años, compraron los derechos de “Promised Land” uno de los tracks más significativos para el Chicago House.
“En el período posterior a COVID, estamos viendo un gran renacimiento de la música dance de los 90. A veces, el público más joven ni siquiera se da cuenta de que está bailando canciones de hace 30 años”.- Maykel Piron, CEO de Armada Music al respecto de sus primeras adquisiciones para BEAT.
Con este y más movimiento vemos que el sello perteneciente a Armin van Buuren y los dos titanes de la música electrónica tras bambalinas ( Maykel Piron y David Lewis) no es menos que un gran agente en la industria. La compañía en sus 20 años de desarrollo se encuentra en una base sólida para seguir apostando agresivamente por la escena en su siguiente década.
“Es un privilegio trabajar con los temas que despertaron mi pasión por la música electrónica a una edad temprana. Esa pasión todavía está ahí, y es increíblemente gratificante reforzar el legado de los grandes éxitos … Añade una nueva dimensión a la trabajo que estamos haciendo con Armada Music. Estamos muy emocionados de traer más sellos discográficos, artistas y canciones increíbles para impulsar y complementar nuestro catálogo actual de 40.000 pistas“- Maykel Piron
Escritora con una gran pasión por la música electrónica y la complejidad humana.