Cada día al revisar nuestras redes sociales, nos damos cuenta que cada vez hay más y más eventos en nuestras ciudades, lo cual nos lleva a pensar una cosa: ¿Ya no habrá livestreams? Pues aunque día a día la vida regresa más a la normalidad, la verdad es que se extraña tener por lo menos un livestream diario que ver, pues eran el fondo de nuestro día a día durante la cuarentena.
Las transmisiones en vivo han sido una gran y excelente herramienta para poder mantener nuestra escena con vida, pues al no poder asistir ni con medidas sanitarias prudentes a un concierto, los bares locales, promotores nacionales e internacionales pusieron todo su empeño para no dejar morir la vida nocturna y claro la escena. Fueron todo un reto que nos llevó a salir de nuestra zona de confort, pues como DJ tenías que imaginar a tu público y como raver tenías que imaginarte el ambiente, las luces, el escenario, a tus amigos y desde luego al DJ tocando frente a ti. Qué bueno que las transmisiones fueron nuestro escape justo cuando más necesitábamos sentirnos fuera de algo que parecía no tener fin, pero que afortunadamente está terminando.
Desde luego podemos recordar que cada transmisión tiene un enorme trabajo detrás: El DJ, los diseñadores de escenografía, los camarógrafos, el staff de audio e incluso en algunos casos, el staff de iluminación, todos ellos puntos clave en cada transmisión, personas que se encargaron de llevar a otro nivel su trabajo, pues quizá jamás habían colaborado en una transmisión. La creatividad y el talento de todas esas personas definitivamente llegó a otro nivel, explotando talentos que quizá no sabían que tenían, pues tuvieron que aprender muchas cosas nuevas que jamás habían hecho.
Uno de los puntos por los que las transmisiones en vivo no deben perder importancia ni mucho menos morir, es que gracias a ellas muchas personas vulnerables tenían un escape fuera de su casa sin arriesgar su integridad ni la de su familia. Desde luego también pudimos hacer muchos amigos nuevos al rededor de todo el mundo, pues las transmisiones nos regalaron ese gran espacio dentro de sus plataformas en las que podíamos recorrer un venue virtual, asistir a un rave virtual y escribirnos con nuestros nuevos amigos. No debemos olvidar las grandes oportunidades que las experiencias virtuales nos regalaron: Poder “asistir” al primer Tomorrowland de nuestra vida, disfrutar nuestro primer EDC Las Vegas y escuchar DJ’s que no conocíamos pero se volvieron nuestros nuevos favoritos. Las transmisiones son una gran herramienta de acceso que llevan vida, música y alegría a cada hogar donde se escuchaban.
Los livestreams en línea no deberían morir, al contrario, deberían servirnos para continuar explotando nuestro ingenio y seguir explorando hasta dónde puede llegar nuestra creatividad para continuar llevando la música a todo el mundo, creando lugares que no existen, adornando nuestro cuarto para asistir a un rave virtual y seguir descubriendo DJ’s nuevos en cada transmisión. Sigamos disfrutando y compartiendo las transmisiones que podamos, pues detrás de ellas se encuentra el trabajo duro de alguien que se está esforzando para que nuestra escena crezca y no muera, para que nosotros desde donde quiera que estemos, sigamos bailando.