Imagina que estás en tu día a día haciendo lo que haces todos los días. En ellos y como buen amante de la música, reproduces tu playlist favorita o una que simplemente te muestra música nueva. Incluso me atrevería a decir que si no estás escuchando una canción, la estás imaginando. Tal y como diría Friedrich Nietzsche “la vida sin música sería un error”, y vaya que tiene razón. La vida cotidiana no tendría sentido si no estuviera a nuestro lado una canción que nos haga sentir o recordar ciertos momentos, la música es el impulso que todos necesitamos para hacer lo que más nos gusta.
Ahora imagina que estás en el cine, viendo una película de acción o una escena dramática, ¿Te la imaginas sin música? Seamos honestos, nuestra pasión por la música nos ha llevado a imaginarnos escenas con una cierta canción, pero sin lugar a duda sería extremadamente raro no escucharla en el cine. Pues algo así sucedía en el lejano 1895, en donde las proyecciones en la gran pantalla se acompañaba la película con actos en piano, pianola o incluso con bandas de diferentes géneros en vivo.
Con el tiempo esto fue madurando y eran los propios compositores de la música o bien los curadores encargados de hacer el soundtrack de ésta los que la interpretaban en vivo. Gracias a inventores como Edison fue que poco a poco comenzaron a surgir los primeros avances en cuanto a la sincronización de la música, pues pudieron grabar la música y reproducirla al mismo tiempo que la película. Es así que comenzaron a producir películas con video y sonido simultáneo, siendo un gran logro para la industria del cine y claro, de la música.
El cine sonoro comenzó a ganar gran popularidad en Estados Unidos logrando darle vida y ese toque épico de acción o dramatismo a películas como King Kong, Singing in the rain o The Great Dictator. La música, independientemente de los actores y sus grandes participaciones, siempre ha influenciado en las sensaciones que la película nos transmite. No podemos dejar de mencionar al rock, género que comenzó a acaparar el cine en los años 50’s y 60’s. Y no se diga de la música disco, la cual nos regaló grandes películas como Saturday Night Fever.
Los instrumentos digitales y sintetizadores comenzaron a ganar una popularidad tremenda en los años 80’s y 90’s, regalándonos grandes soundtracks como el de Volver al Futuro o Pulp Fiction. Es así que llegamos a la época de la música electrónica, escena que iba creciendo como espuma justo a principios de los años 80’s cuando la música disco comenzó a variar. Fue así que el cine comenzó a crear una nueva industria dentro de la música electrónica: el nacimiento del soundtrack producido por una persona. Fueron muchos los compositores que se especializaron en llevar sus obras electrónicas al cine tales como Vangelis o Hans Zimmer.
El cine y las series producidas por casas cinematográficas comenzaron a utilizar música electrónica en sus películas, inyectándoles una energía inigualable y que hacían que saliendo del cine quisiéramos ir a bailar. La magia y profundidad de los sintetizadores le aportaron profundidad a las diferentes escenas de Interestelar, Inception o Dune, por mencionar algunas proyecciones en donde sin duda sin ese sonido hipnótico de un sintetizador no nos hubiera hecho sentir en esa época o en esa escena.
DJ’s y productores como Daft Punk, Paul Van Dyk o Justice, han participado en soundtracks de diferentes películas directa o indirectamente, pues han compuesto la música completa y especialmente para ellas. Llegamos así a películas que son ambientadas totalmente en la música electrónica de ahora, tales como Proyecto X, XOXO, We Are Your Friends, o documentales como One Last Tour, This Was Tomorrowland o True Stories: Avicii, proyecciones que nos hacen sentir en ese momento y que desde luego nos recuerdan a nosotros en medio de un festival.
Como puedes darte cuenta podemos hablar todo un día sobre la música y la música electrónica en el cine. En nuestros días DJ’s y productores actuales siguen participando en películas haciendo de ellas una pieza única gracias a su participación y claro, dándole vida con un soundtrack especial y específico para ellas.