¿Alguna vez has escuchado a alguien menospreciar el trabajo de un DJ de boda? Seguramente has escuchado frases como “esos DJ’s no hacen nada, solo pulsan play/pause toda la noche”, “es súper sencillo, solo bajan una playlist de internet y listo, tienen música sonando toda la noche”. El trabajo de un DJ de eventos sociales es sumamente importante y sí, también bastante complicado, hablemos un poco sobre ellos.
Imagina que eres un DJ que tiene una residencia, estás acostumbrado a tocar el género que te gusta y desde luego tener el público que te gusta, además de saber perfectamente qué canciones poner y en qué momento de la noche. Ahora imagina que te invitan a tocar a una boda, ¿Te imaginas? Te están invitando a tocar la noche más importante de una pareja, a la noche en que estarán presentes las personas más importantes de sus vidas, ¡Qué gran responsabilidad, ¿No crees?
Sobre tus manos (casi literalmente) está la diferencia entre una boda de ensueño que todo mundo recuerde porque el DJ hizo bailar a los invitados toda la noche, nadie se sentó, es más, los niños que usualmente se duermen en las sillas estaban brincando en la pista; y la boda en la que todo mundo se sentó en cuando pasaron las primeras 3 canciones para “abrir pista”, en que la gente solamente bailó por compromiso y en la que pusieron canciones que nadie conocía.
Es aquí donde además de tener el compromiso de hacer de la boda de una pareja una noche inolvidable, tienes el compromiso de hacer bailar a personas mayores que quizá jamás han escuchado EDM o reggaetón. Ya no estás frente al público que siempre haces bailar, frente al público que conoces perfecto, estás frente a tu tía la que aplaude con todas las canciones y el tío que solamente baila salsa y cumbia. ¿Te das cuenta de la increíble capacidad de un DJ de boda de hacer bailar desde niños de 12 años hasta adultos de más de 60 años? Su biblioteca y habilidad para leer al público son impresionantes.
Justamente llegamos a otro de los puntos más importantes: La extensa e increíble biblioteca musical de un DJ de eventos sociales. Desde luego sería increíble poder escuchar a Avicii, Armin Van Buuren, Tiësto o Alesso toda la noche, pero sabemos que de no ser remixes, canciones muy tranquilas o canciones que gracias a la habilidad del DJ todo mundo disfrute, eso no va a pasar.
¿Has escuchado acerca de los “one hit wonder’s”? esos temas de artistas que solo se hicieron famosos por una canción y jamás volvimos a saber de ellos, ¡Vaya que las bodas están llenas de esos temas! Y es en ellas en donde los escuchamos, pues normalmente nadie escucha una canción “de boda” en su día a día. Los DJ’s de boda tienen canciones instrumentales, tienen pop en inglés, pop en español, canciones de los 80’s, 90’s, Rock & Roll, salsa, cumbia, merengue… un sin fin de música que cuesta años y años de trabajo y experiencia.
Generalmente este tipo de DJ’s cuentan con un increíble y gigante equipo lleno de luces, bocinas, plataformas con luz LED, pantallas LED, cabina muy bien diseñada y desde luego un excelente controlador o incluso unas buenas CDJ’s. Ojalá existiera la magia más allá de la música, pero como no es así, los DJ’s y su staff deben llegar incluso desde un día antes para montar toda la escenografía, las bocinas, las luces, las pantallas, los chisperos y todos esos detalles que hacen de la fiesta algo inolvidable. De nuevo estaría increíble que la magia existiera para recoger el equipo, que después de una inolvidable noche de hacer bailar a todo mundo hay que levantar y devolverlo a casa.
Desde luego no podemos olvidar su increíble habilidad para comer de pie, para escuchar a las personas que se acercan a felicitarlos y al mismo tiempo hacer la transición a la siguiente canción, ¡Vaya que son muy habilidosos!
Ya no suena tan fácil, ¿Cierto? Los DJ’s de eventos sociales se merecen nuestro más sincero reconocimiento, su gran conocimiento y habilidad para hacer de una boda una noche inolvidable para un público tan variado es digno de admirar. Recuerda nunca comparar el trabajo de un DJ al de otro, la música se hizo para disfrutarla sea del género que sea, no para competir, disfrútala, báilala, cántala.
