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EN ESTA CIUDAD PROHIBIERON LA MÚSICA ELECTRÓNICA

EN ESTA CIUDAD PROHIBIERON LA MÚSICA ELECTRÓNICA

Hoy les voy a hablar de un suceso que sin duda alguna cambió el rumbo de la escena electrónica en uno de los países con mayor tradición en este género de Latinoamérica. Así es, se trata de Argentina y les platicaré cómo fue posible que un evento electrónico cambiara por completo el rumbo de la escena en Buenos Aires. ¿Listos? ¡Comenzamos!

Desde hace varias décadas, Argentina se convirtió en uno de los países en los que la música electrónica tuvo una gran aceptación y desarrollo. Su escena local se construía con pasos firmes desde los años 90´s. y ya a inicios del siglo XXI, lograron posicionarse como uno de los destinos a seguir en el panorama global de la música electrónica.

En el año 1999 y 2000 lograron que el mundo los volteara a ver al reunir a cerca de 500 mil personas en un evento que era parte del famosísimo Love Parade de Berlín, y al que nombraron para su edición en Buenos Aires como “Energy Parade” y que se llevaba a cabo en el día de inicio de la primavera, que en ese país es el 21 de septiembre. Estas ediciones estuvieran llenas del talento de grandes DJs locales. Algunos de los primeros referentes de la escena, por nombrar solo a algunos fueron Hernan Cattaneo, Javier Bussola, Diego Ro-K, Carlos Alfonsin, Zuker, y DJ Dero. Este último fue el primer DJ argentino que tuvo la oportunidad de presentarse en Europa en el festival que les comenté antes, Love Parade de Berlín.

Ya para el 2001, Argentina logró ser la primera sede latinoamericana del festival Creamfields, presentando a grandes referentes de aquellas épocas dentro de su lineup, tal fue el caso de Paul Oakenfold, Howie B, Hernan Cattaneo, Stacey Pullen y Way Out West entre otros artistas más del género.

A partir de esa fecha, Creamfields se llevó a cabo durante 15 años consecutivos, presentando a los mejores DJs del planeta durante cada edición, pero no fue sino hasta el año 2016 que un suceso cambió el rumbo de la escena electrónica en ese país y truncó la realización de festivales como Creamfields y otros eventos más.

El festival Time Warp, llevaría a cabo su 3ª. Edición en el mes de Abril, específicamente el 15 y 16 de Abril del año 2016 en la Ciudad de Buenos Aires, en el centro de convenciones Centro Costa Salguero.

Este era un evento previsto para albergar alrededor de 13,000 asistentes, sin embargo, desde aquí comenzaron las irregularidades, ya que se llegó a investigar que incluso la cifra de asistentes alcanzó a las más de 20,000 personas, algo que era demasiado para la capacidad del recinto, y que cabe hacer mención, era un lugar cerrado, lo cual claramente podría provocar algunos problemas con esta cantidad de asistentes.

Lamentablemente, la primera noche de este festival sucedió lo que sería una de las tragedias más recordadas dentro de la escena electrónica, y es que 5 jóvenes perdieron la vida debido a la ingesta de estupefacientes, además de que alrededor de medio centenar de personas debieron ser hospitalizadas.

Por obvias razones, el segundo día del festival fue cancelado y se procedió a realizar las investigaciones pertinentes, las cuales sostuvieron que la fiesta había estado diseñada para que se vendieran estupefacientes y por consecuencia los jóvenes consumieran la mayor cantidad de agua posible en un contexto de un gran caos y descontrol, ya que quienes los consumían, sentían la necesidad de tomar agua, y las tomas de este líquido tanto en sanitarios como en cualquier lugar del evento habían sido cerradas, por lo que la única manera de hidratarse era comprando agua embotellada, misma que iba aumentando de precio a medida que transcurría la noche.

Dentro de las investigaciones también se determinó como factor importante de esta tragedia, el sobrecupo, ya que come les mencioné, el recinto tenía una capacidad establecida que fue claramente superada, lo que provocó una aglomeración impresionante con altas temperaturas por el hacinamiento, y adicionalmente se sumó el factor de un escaso personal de asistencia médica y su poco conocimiento para atender la situación. Aunado a esto, también se determinó la presunta complicidad de organizadores y fuerzas de seguridad para permitir el comercio de las sustancias ilegales.

Este terrible suceso se volvió sumamente mediático y le dio la vuelta al mundo, por lo que a partir de esa tragedia y hasta la sanción de la vigente Ley de Eventos Masivos, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires prohibió las fiestas electrónicas apoyándose en un fallo judicial.

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Esta determinación hizo que los eventos electrónicos dejaran de llevarse a cabo en esta ciudad, por lo que, de manera triste y lamentable, fue borrada como destino de los grandes eventos y festivales internacionales.

Es por ello, que aquí entra una reflexión muy especial, y es que a partir de esta tragedia, la música electrónica fue muy estigmatizada en aquella ciudad, ya que como ha sucedido durante muchos años, se ha asociado a este género musical con el consumo de sustancias prohibidas, lo cual a mi parecer llega a ser un poco injusto, ya que si bien no podemos decir que el 100% de los que escuchamos y disfrutamos de este género, y asistimos a festivales, no consumen drogas, también es una realidad que gran parte del público y fans que disfrutamos con la electrónica, lo hacemos sin necesidad de consumirlas.

Como suele suceder en casos mediáticos como estos, el hilo se rompe por lo más delgado, por lo que siempre será más sencillo responsabilizar de primera mano a un movimiento musical estigmatizado, que a los verdaderos culpables de situaciones como la de este caso, llámese organizadores del evento, autoridades participantes en el mismo, o ambos, quienes deben responder por lo sucedido, y no solo ofrecer como solución a los males, la prohibición tajante de un evento solo porque sea de “X” género musical.

Si bien es cierto que a raíz de la tragedia, se crearon nuevas leyes para regular los eventos masivos, es una realidad que para que situaciones como estas no se vuelvan a repetir, es necesario que exista una sinergia entre autoridades, organizadores de eventos y el público en general, ya que nosotros como asistentes también tenemos responsabilidades, al igual que las que tienen los antes mencionados.

Cómo ven electrolovers, quiero saber sus opiniones al respecto sobre este tema, ¿consideran que fue una buena decisión esta prohibición o cuál es la solución que hubieran propuesto? Los invito a que me digan que piensan aquí abajito en los comentarios.

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