Ahora toca turno al campeón de la fórmula 1 Max Verstappen de recibir una sanción, convirtiéndose en el primero en recibir una bajo las nuevas directrices de la FIA. Sumando otra polémica, que le ha costado al equipo Red Bull mantenerse en el ojo del huracán por cosas que suceden más allá de la pista.
Mohammed Ben Sulayem quien funge como presidente de la FIA, ha sido claro en cuan estricto será con las medidas correctivas y sanciones, esto derivado de una reciente “indisciplina” que el directivo optó por sancionar, y que provenía nada menos que del mismismo Max Verstappen, a quien el mexicano Sergio “Checo” Pérez acompaña en el equipo Red Bull.
La organización que preside Sulayem ha decidido que no pasaran ningún tipo de indisciplina por parte de los competidores, dejándolo de manifiesto durante previo al Gran Premio de Singapur, esto luego de que Verstappen en una rueda de prensa expresara abiertamente que no estaba satisfecho con el desempeño de su monoplaza en Bakú, visiblemente frustrado, el piloto neerlandés afirmó que “el coche estaba jodido”.
Estas declaraciones no fueron del agrado de la organización, ya que luego de revisar la transcripción de la conferencia de prensa, argumentaron lenguaje grosero, y poniendo como castigo realizar “trabajo de interés público” a la estrella de la escudería, por uso de palabras no adecuadas para su trasmisión.
Es de mencionar, que la reacción de Max se dio debido a que le cuestionaron el hecho que de su compañero “Checo” fue más rápido que él en Azerbaiyán, siendo el detonante que le ha costado la primera sanción al piloto. Sin embargo, Max tampoco guardo silencio luego de conocer su castigo, y en una actitud desafiante que siempre lo ha caracterizado, argumento que ya tenemos una edad para este tipo de prohibiciones.
Por su parte Pérez se limitó a mencionar que espera hacer un buen año para su equipo y para él, aunque es evidente que se sabe capaz de ofrecer un buen desempeño en la pista y que después de superar a Max en Azerbaiyán buscará por todos los medios la oportunidad de destacar en Marina Bay.
Mr. D
Mohammed Ben Sulayem quien funge como presidente de la FIA, ha sido claro en cuan estricto será con las medidas correctivas y sanciones, esto derivado de una reciente “indisciplina” que el directivo optó por sancionar, y que provenía nada menos que del mismismo Max Verstappen, a quien el mexicano Sergio “Checo” Pérez acompaña en el equipo Red Bull.
La organización que preside Sulayem ha decidido que no pasaran ningún tipo de indisciplina por parte de los competidores, dejándolo de manifiesto durante previo al Gran Premio de Singapur, esto luego de que Verstappen en una rueda de prensa expresara abiertamente que no estaba satisfecho con el desempeño de su monoplaza en Bakú, visiblemente frustrado, el piloto neerlandés afirmó que “el coche estaba jodido”.
Estas declaraciones no fueron del agrado de la organización, ya que luego de revisar la transcripción de la conferencia de prensa, argumentaron lenguaje grosero, y poniendo como castigo realizar “trabajo de interés público” a la estrella de la escudería, por uso de palabras no adecuadas para su trasmisión.
Es de mencionar, que la reacción de Max se dio debido a que le cuestionaron el hecho que de su compañero “Checo” fue más rápido que él en Azerbaiyán, siendo el detonante que le ha costado la primera sanción al piloto. Sin embargo, Max tampoco guardo silencio luego de conocer su castigo, y en una actitud desafiante que siempre lo ha caracterizado, argumento que ya tenemos una edad para este tipo de prohibiciones.
Por su parte Pérez se limitó a mencionar que espera hacer un buen año para su equipo y para él, aunque es evidente que se sabe capaz de ofrecer un buen desempeño en la pista y que después de superar a Max en Azerbaiyán buscará por todos los medios la oportunidad de destacar en Marina Bay.
Mr. D
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